'INTERNET OF THINGS' EN EL TRANSPORTE MARÍTIMO

‘Internet of Things (IoT)’  o Internet de las Cosas, es un concepto que hace referencia a que todos los dispositivos electrónicos que utilizamos en la vida diaria estén conectados a la red, suministrando toda clase de datos mediante sensores y emisores. Una vez todos esos datos están disponibles en 'la nube' se convierten en gigantescas bases de datos que son compartidas en tiempo real y son susceptibles de ser tratadas con tecnologías de análisis de datos tipo ‘Big Data’, ‘Data Mining’, ‘Data Analytics’, etc. que nos permiten obtener patrones de comportamiento e incluso predecir futuros sucesos. Base a esto se toman decisiones que pueden transformar nuestra vida hasta límites aún no imaginados. Se estima que en 2020 habrá cerca de 25.000 millones de ‘cosas’ conectadas de esta forma. Ya que hablamos de transporte marítimo, ¿os imagináis 25.000 millones de contenedores de 20 pies uno detrás de otro? Ya todos sabemos que miden unos 6 metros de largo, así que serían unos 150 millones de km. Si queréis saber qué ciudad está a 150 millones de km de Valencia pinchad aquí Yo me centraré en este ‘post’ en la aplicación del ‘IoT’ al transporte marítimo, pero si queréis saber más acerca de ello a nivel gobal, pinchad aquí

Fuente: www.areatecnologia.com

 ‘Smart Containers’ (Contenedores Inteligentes)


La filosofía es simple: instalar en el contenedor múltiples sensores, tanto fuera como dentro del contenedor, capaces de medir toda clase de parámetros. Temperatura, presión, estabilidad, localización, presencia de humo, quebranto del precinto, intento de apertura, contenido de oxígeno (rejilla de ventilados para perecederos), estado del motor de refrigeración (para los ‘reefer’). Pero no sólo deben ser capaces de medir todo esto sino también de ‘subir’ estos datos a la nube en tiempo real y en formato abierto. Así estos datos serán leídos al instante en el puente de mando del buque, en el centro de control del puerto, en las oficinas de la naviera, y sobretodo en la empresa propietaria de la mercancía. Y de nuevo no sólo deben ser capaces de esto sino también podrán ser manipulados a distancia desde todos estos puntos de decisión.


Por ejemplo imaginemos que un contenedor ‘reefer’ en el que se transportan salmones congelados desde Noruega a Turquía se desconfigura en mitad de la travesía y su temperatura empieza a aumentar por minutos. Una alerta avisará al propietario de la mercancía en Noruega y desde su despacho podrá volver a programar la temperatura del contenedor. Y aún se puede ir más allá, el propio software de control de la empresa noruega se podrá encargar de reprogramar el ‘reefer’ sin necesidad siquiera de que ninguna persona se entere del problema.


Imaginemos ahora que ese mismo buque hace escala en el puerto de Limasol, en Chipre, y en el transfer a otro barco alguien intenta robarlo, rompiendo el precinto y tratando de abrir la puerta. Desde el primer momento que el precinto empezó a ser manipulado la policía portuaria tuvo aviso del quebranto y es muy probable que el robo sea evitado. Las consecuencias de esto podrían ser enormes. Desde que muchas empresas decidieran dejar de contratar seguros de robo (ya sabemos que el seguro en un transporte internacional no es obligatorio) o que las aseguradoras comenzaran a bajar las primas de forma muy considerable.

Y cualquier otra cosa que se os pueda ocurrir, las aplicaciones de todo esto pueden ser infinitas.


Fuente: web de empresa 'TRAXENS'

 Estos containers ya son hoy día una realidad. La naviera francesa CMA-CGM ya los tiene, en colaboración con la empresa TRAXENS
 El grupo israelí Loginno provee de estas tecnologías a navieras chinas como SITC Shipping Group. Por supuesto los daneses de Maersk está en el negocio aunque de momento sólo para su enorme flota de ‘reefers’ 


‘Smart Ships’ (Buques Inteligentes)


Es fácil imaginar un teléfono inteligente, una televisión inteligente, incluso una nevera inteligente… pero, ¿un portacontenedores de 400 metros de eslora inteligente?, ¿un “smart containership”? Pues sí. Los astilleros surcoreanos Hyundai Heavy Industries ya han construído y están a punto de botar portacontenedores que se pueden tripular desde un teléfono movil. No, eso todavía no, pero quién sabe… Lo que sí ofrecen estos buques es una colección inmensa de sensores y medidores de parámetros. Localización, rumbo, derrota, velocidad, aceleración, consumo, temperatura, condiciones climáticas, inventario de existencias, temperatura de los motores, revoluciones, corrientes marinas, oleaje, y un largo etcétera. Y hay que volver a recordar que lo revolucionario no es el registro de estos datos en sí, sino la capacidad de subirlos a la red en tiempo real para compartirlos en un lenguaje común y abierto y poder analizarlos y tomar decisiones clave en cuestión de minutos, con e incluso sin la intervención del ser humano.


Aplicaciones pueden haber infinitas, tantas como parámetros medidos. Desde evitar tormentas, facilitar maniobras en mar abierto y también en acceso a puertos, cambiar rumbos para aprovechar las corrientes con el consecuente ahorro energético y medioambiental, etc. Y algo que supondrá una revolución, el mantenimiento predictivo. Al conocer tan gran número de parámetros del motor y otras piezas el propio buque 'avisará' a los analistas que podrán prever cuándo un motor va a fallar y podrán adelantar su mantenimiento e incluso sustitución antes de que el inminente fallo se haya producido con el gran ahorro en costes  que se producen cuando un motor o pieza básica fallan antes de lo que estaba previsto en alta mar. Este tipo de mantenimiento ya se aplica desde hace décadas en aviación pero hasta ahora era impensable en la náutica.


Fuente: web de "Rockfleet"



Actualmente las navieras CMA-CGM, MSC (Mediterranean Shipping Company) y MAERSK están a punto de botar buques con esta tecnología y la buena noticia es que los astilleros de Hyundai aseguran que es totalmente viable reconvertir en ‘smart-ships’ a toda la flota existente.


‘Smart Ports’ (Puertos Inteligentes)


Ya está dicho que esta tecnología se basa en el intercambio de datos de forma masiva. Por lo tanto si el número de ‘cosas’ conectadas es bajo el sistema pierde toda su potencia. Se necesita por tanto la mayor interconectividad posible, y es aquí donde cobra una gran importancia el ‘Smart Port’. De nuevo el puerto como símbolo de conexión, entre el lado marítimo del negocio y el lado terrestre del negocio, pero también interconectado con los buques y a éstos entre sí, los contenedores en alta mar con las terminales donde días u horas después serán apilados, o con las grúas y estibadores que los descargarán enviándose información previa que sin duda agilizará y facilitará la operación, etc. Avisos y sistemas preventivos para asegurar las cargas, alertar a las aduanas, agilizar los despachos, evitar congestiones en las redes de transporte del área de influencia del puerto. Y por supuesto el control y mejora del medioambiente. Empresas que sabrán con precisión y antelación cuándo realmente va a llegar la mercancía a puerto y a su almacén y así gestionar de forma mucho más eficiente y menos costosa su logística y cadena de suministro.

Fuente: web de 'DHL'

Imaginemos de nuevo a ese buque que venía cargado de ‘reefers’ con salmón desde Noruega, que siguen congelados gracias a que se pudo bajar la temperatura del interior via satélite, y que aún está intacto porque la policía portuaria de Limasol llegó a tiempo de evitar su robo. Se encuentra a 24 horas del puerto de Antalya, en Turquía. Hacia ese puerto se dirigen otros 30 buques de los que 12 prevén su llegada más o menos al mismo tiempo que nuestro buque de salmones. Si el puerto de Antalya conoce rumbos, velocidades, derrotas, corrientes, clima, consumos, cargas, preferencias de paso, y un largo etcétera de parámetros de todos los buques, podrá llegar a una estimación casi exacta de cuál va a ser el orden de entrada de esos 12 buques, es decir, de cuántas horas va a tener que esperar cada uno anclado frente a la bocana del puerto esperando su entrada. Supongamos que ya sabemos que nuestro buque deberá permanecer 4 horas fondeado en la bocana. ¿Qué tal si en este momento, a 24 horas de que ese suceso ocurra, el propio buque ajusta su rumbo y aminora su velocidad de forma que llegue a la entrada del puerto justo en el momento que puede entrar? El ahorro en combustible sería enorme y el impacto medioambiental también.

En el siguiente video os lo explican mucho mejor los del puerto de Hamburgo, el segundo más importante de Europa y referencia mundial en aplicación de ‘IoT’ 





 El límite de todo esto, ¡la imaginación!

Comentarios

  1. ¡¡Excelente artículo y muy interesante!! Ya sólo falta un smart teacher para manejar a distancia ;))

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  2. Para dar clase hace falta emoción, larga vida al profe de carne y hueso! :))

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  3. Muy buen post !! Parece ciencia ficción pero en realidad está pasando en la vida real. Por lo general, muy bien redactado y muy claro. Se nota que está escrito por Tomás

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